¿Cuándo comienza la desigualdad en la educación?
Hay mucha desigualdad entre hombres y mujeres en prácticamente todos los ámbitos de la sociedad.
Desde hace unos cuantos años cada vez son más los hogares de familias monoparentales.
De esas familias monoparentales, prácticamente el 80% son monoparentales maternos.
De los hogares en los que hay familia compuesta por padre, madre e hijos casi siempre la responsabilidad de la educación en casa sigue recayendo en la madre, sobre todo a la hora de establecer los patrones de conducta de los hijos en el hogar.
Por tanto y según lo dicho anteriormente, podemos afirmar que nosotras parimos y nosotras educamos, en la mayoría de los casos.
Si esto es así ¿Por qué sigue habiendo una brecha en la desigualdad todavía tan grande entre hombres y mujeres?
De verdad me gustaría saber en qué fallamos a la hora de educar a nuestros hijos y nuestras hijas. Me gustaría saber por qué cometemos tanta desigualdad en la educación entre ambos géneros.
¿Cómo es posible que tú como mujer eduques a un niño que años después, te viene a decir que el vale más que tú por ser hombre? ¿En qué momento fallo la ecuación?
Obviamente y menos mal no todos son así, pero si es verdad que en la mujer sigue cayendo el 90% del componente emocional del bienestar de los hijos.
Nunca me atrevería a cuestionar el amor de cualquier padre (sobre todo el que además ejerce de “PAPÁ”) por sus hijos, creo que jamás tendría ese derecho. Yo solo me baso en mi experiencia de vida y en las experiencias aprendidas o recibidas de otras personas cercanas a mí.
Las etapas afectivas de los hombres
Siempre he pensado que los niños, y me refiero a niños de género masculino, atraviesan por varias etapas hasta que establecen definitivamente su escala de “amor filial” por decirlo de alguna manera.
Las etapas de las que hablo se dividen de la siguiente manera:
Desde la concepción hasta los seis o siete años los niños son de su mamá. Mamá para todo. Y cuando digo todo, es todo.
De los 0 a los 6 años es el periodo más importante pues de éste depende que exista un desarrollo adecuado sobre la vida mental y la inteligencia. Si durante la concepción, la gestación, el nacimiento, y el periodo siguiente, el niño ha sido tratado de manera apropiada, a la edad de seis años deberá ser un niño con un comportamiento dentro de lo que se entiende como “normal” en un infante, podrá formar una consciencia moral y tendrá la capacidad de diferenciar lo positivo de lo negativo.
Si esto es así, quiere decir que durante el periodo que se forma la personalidad del futuro adulto, está con su mamá.
Su siguiente etapa cubre la pre adolescencia, es decir de los ocho a los once o doce aproximadamente. Durante esta etapa son los mejores amigos de papá. Con papa van a todas partes y comparten más tiempo juntos. En ese momento mamá se relega básicamente a las necesidades de “supervivencia”.
A partir de los doce a los quince o dieciséis tu hijo es de sus colegas. Todo el día con los amigos. Y empiezan a “ver” a las chicas.
El periodo de las chicas abarca desde los dieciséis hasta que encuentran una novia más o menos estable, eso sería aproximadamente a los veinte años.
Que conste que los datos que he puesto antes, vuelvo y repito, son según mi opinión y no está basada en ningún artículo de ningún escritor o publicación.
Seguimos.
En ese momento vuelven a mamá.
Ya creciditos en muchos casos, pero con necesidades que parece que solo mamá puede resolver.
Entonces vuelvo al principio de mi escrito y me pregunto ¿Dónde está el fallo?
Ahora hazte estas preguntas y se sincera contigo misma. Por supuesto que si eres hombre, también puedes corregir esta actitud sólo si eres consciente de cuando se puede estar produciendo.
¿Sigues haciendo regalos a los niños y a las niñas según su género? ¿Los niños azul, las niñas rosa?
¿Sigues creyendo que el camión es para tu hijo el “campeón” y la muñeca o el maquillaje para tu hija la “princesita”?
¿Por qué el niño tiene más derecho a llegar tarde que su hermana? El peligro en la calle es para ambos. A ella la pueden violar, a él lo pueden asesinar. Ambos corren un grave peligro.
Si te trae a muchas chicas, lo ves normal. Si tu hija trae a muchos chicos ya hay que mantener una conversación con ella sobre lo que es el amor propio, y bla, bla, bla.
Y estos son pequeños ejemplos de lo que ocurre muy a menudo en nuestros hogares. Son actitudes que contribuyen a seguir fomentando en la mente de los niños la desigualdad.
Por tanto en mi más humilde opinión, creo que la desigualdad en la educación no se va a terminar mientras nosotras mismas no reconozcamos esas pequeñas acciones que realizamos día a día sin darnos cuenta.
Y cuando reconozcamos esas acciones, poner solución inmediata.
La desigualdad no se terminará hasta que NOSOTRAS no cambiemos las pautas de educación de nuestros niños y niñas, y lo cambiemos de raíz no en la edad adulta.
Al final a todo machista, lo pario y educó una mujer.